sábado, 7 de abril de 2007

Las cosas claras


En uno de los más memorables números de ese gran cómico que fue Benny Hill, un periodista (Henry Mc Gee) entrevista a un director de cine (el propio Benny Hill) y tras alabar los múltiples aciertos de la cinta que acaba de estrenar, le hace saber con gran pompa y artificio que, sin duda, lo mejor de la película es ese momento en el que la historia, hasta el momento rodada en color, pasa a ser en blanco y negro, como símbolo del cambio en el ánimo del protagonista. Un indiferente Benny Hill le agradece su opinión, pero reconoce sin inmutarse que, sencillamente, se les acabó la película en color y, mintras traían más se vio obligado a rodar en blanco y negro,


Recientemente, he leido un artículo sobre el plomizo y sobrevalorado Ingmar Bergman en el que resolvía uno de los puntos más oscuros de su sombría y pedante película "El séptimo sello"; aquél del final en el que La Muerte se lleva a los personajes en su último viaje. Toneladas de papel han sido gastadas en intentar interpretar el simbolismo que existe en la ausencia de uno de ellos en ese plano a contraluz sobre el monte. Ese gran misterio, ese simbolismo sin parangón en la historia del cine, lo resolvió el director sueco de un plumazo: el actor no pudo llegar a tiempo y tuvo que rodar la escena con lo que tenía en ese momento. "Nunca imaginé que alguién se diera cuenta de este detalle".

En las instrucciones de un juego de ordenador que compré hace años se puede leer la siguiente frase: "El argumento de este juego es muy sencillo: mata a todos los alienígenas que encuentres en el nivel y pasa al siguiente".

El que, sin duda, es uno de los mejores anuncios de la televisión presentaba a un señor regordete y poco agraciado que con una Visa en la mano decía que todo lo que acababamos de ver en los anuncios que lo precedían y todo lo que veríamos a continuación en los siguientes se podían adquirir con esto que tenía en la mano.

Así me gustan las cosas y así será este blog: sencillo, claro, directo, sin florituras ni adornos. ¿Las cosas?..........claras, por favor.

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